viernes, 17 de enero de 2014
Calidad y precio en las empresas de servicios
Trabajo en una empresa que no es para nada un ejemplo de gestión. Mucha multinacional Suiza, mucha planta, mucho perfil, pero en el momento en el que ves las entrañas... algo huele a podrido. Como somos, o intentamos ser, unos empleados comprometidos siempre andamos teniendo discusiones filosóficas de donde está el fallo. Posiblemente en muchas partes pero me quedo con una anecdota que surgió hoy.
Durante unas reuniones con los jerifantes suizos, iniciadas por diversas quejas de España, surgió el comentario de un compañero que creía que no estabamos alcanzando la calidad necesaria. La respuesta del manager fue algo como: No pretendemos hacer rolex, sino Swatch.
Bueno, aquí es cuando uno se pone rojo, pero de corage. Ya no porque la empresa diga que su objetivo no es la excelencia, sino porque el directivo se equivoca, y mucho. Esta es una empresa de servicios. Y no es que se quiera dar un servicio de calidad más baja, sino que se quiere vender a un precio más bajo. Así se vende más, más ingresos... todos felices.
El problema es que eres un directivo de una empresa de servicios y no te das cuenta de que el coste de tu servicio baja a medida que sube la calidad. A mayor calidad menos esfuerzos en adaptación, mantenimiento y corrección en el momento de la venta; y menos incidencias y problemas al ofrecer el servicio. Un directivo debería tener grabado eso a fuego, cuando recibes estas respuestas se te cae el alma a los pies.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario